domingo, abril 22, 2007

La historia se repite

No hay caso, tuve botado mi blog por meses y planeaba mi regreso con algo alejado de la contingencia, del cine o la televisión, pero es difícil cuando en este país se siguen pasando cosas que parecen sacadas de un cuadro de Dalí.

Esta vez no fueron los lateros del porvenir de Chile o algún cura con ganas de figurar, pero nuevamente los católicos, una tribu de la que me considero parte, son los protagonistas.

A MTV se le ocurrió estrenar Papa Villa, una serie animada que es una sátira sobre el papa y la iglesia católica, programa que por supuesto casi le causó un infarto a muchos católicos que no encontraron nada mejor que presentar un recurso para prohibirla.

Una idea absurda que demuestra una vez más la intolerancia y la falta de autocrítica de importantes sectores cristianos, que son incapaces de reírse de si mismos y se escandalizan con cualquier cosa de ese tipo, pero al final sus intentos por mostrar la “gravedad” de que se emitan programas de ese tipo les termina jugando en contra porque lo único que consiguen es generar más expectación y publicidad gratis para sus “enemigos”.

No he visto aún Papa Villa, no sé que tal sea, pero no me parece prudente que algunas personas asuman el derecho de decidir lo que otros pueden, sobre todo si estamos hablando de un programa de cable, o sea un servicio pagado al que nadie está obligado a suscribirse y los que asumen la responsabilidad de contratarlo también deberían asumir la responsabilidad de cambiar de canal si es que no quieren ver determinado programa.

El CNTV dice que tiene atribuciones para censurar el programa de MTV, pero el debate que debería generarse es hasta cuando una minoría trata de censurar a la mayoría, porque muchos católicos deben tener cosas más importantes de que preocuparse y no de si se emite un programa como Papa Villa o no, porque para eso basta con apagar la televisión.